La polenta en un plato muy común en el norte de Italia, se
prepara de forma similar a las gachas pero con maíz. La verdad no se si ellos
la comen con algún relleno o en capas, probablemente si, en casa la he comido
desde siempre con diferentes ingredientes, pero el relleno de acelga es uno de mis favoritos,
por eso lo hago siempre así y es la que os traigo hoy.
Ingredientes
Para el relleno:
500g de Acelgas
1 cebolla mediana
1 diente de ajo
Ac. Oliva
Sal y pimienta
Queso parmesano
Masa Polenta:
6-7 cucharadas de harina de maíz o sémola de maíz (polenta)
1 lata de maíz dulce (150g)
1 huevo
2 cucharadas de mantequilla
1 cucharada de azúcar moreno o panela
½ cucharadita de sal
Lo primero limpiar y trocear las acelgas, por un lado los
tallos a trocitos y por otro las hojas. Cortar la cebolla en trocitos y poner a
pochar en el aceite con el diente de ajo bien cortadito, cuando estén casi
hechos, incorporar los tallos de las acelgas, la sal y pimienta, dejar cocinar
a fuego lento hasta que se pongan transparentes. Agregar las hojas de la acelga
cortadita y dejar unos 3 min. a que se cuezan un poco. Corregir la sal y
reservar.
Mientras, vamos preparando la masa: mezclamos la leche, el
maíz, la sal, el azúcar y la mantequilla derretida, con una batidora o barita
(puede ser una licuadora), seguidamente vamos incorporando las cucharadas de
harina de maíz según la consistencia de la mezcla, que debe ser similar a la
mezcla de un bizcocho.
Precalentamos el horno. En el molde o recipiente de hornear,
lo engrasamos o cubrimos con papel de horno y ponemos la mitad de la masa,
incorporamos las acelgas y un poco de queso parmesano rallado, seguidamente la
capa de masa hasta cubrirlo todo, el queso mozzarella y parmesano y hornear a 180° por 45 min, hasta que gratine el queso y se cocine la masa. Dejar reposar un rato y servir.
Esta es una receta que admite muy bien las variaciones, las setas, las espinacas, el pimiento, el puerro, le quedan muy bien al
relleno.
A mi criterio, si la hacemos siguiendo la receta nos va de
maravilla para un primer plato, si le agregamos algo más contundente al relleno,
como huevos cocidos o jamón, o bacón, nos vale perfectamente para una cena o
como plato único con una ensalada.